El pasado día 2 de Agosto muere a los 67 años el pintor ourensano Xosé Luis de Dios, formó parte del mítico grupo de “Os artistiñas”, junto con Jaime Quessada y Acisclo Manzano, como los bautizó Vicente Risco, José Luis siempre ha mantenido un aire bohemio, así como la virtuosidad de dominar los pinceles y buscar la palabra poética. Tras décadas de residencia en Madrid, regresó a Galicia hace unos años fijando su residencia junto a su mujer Perla, en Tuy.
Cada cuadro encierra misteriosamente toda una vida, toda una vida con muchos sufrimientos, dudas, horas de entusiasmo y de luz. ¿Hacia dónde se dirige esta vida? ¿Hacia dónde clama el alma del artista, si también participo en la creación? ¿Qué proclama? –enviar luz a las profundidades del corazón humano es la misión del artista- dice Schumann. El pintor es un hombre que sabe dibujar y pintar todo, dice Tolstoi. De estas dos definiciones de la actividad de este Artista mi gran amigo Xosé Luis de Dios, escojo la segunda, cuando memorizo o veo una de sus obras ya sea dibujo, acuarela u óleo.
Una ventana se abre al tiempo: encuadra la simultaneidad. Desde ella se desvelan panoramas desplegables y múltiples, planos deslizantes, intersticios vivos.
La ventana ilumina lo interno, donde preside lo real. Es puente entre mundos, aéreo, ardiente. Es necesario donde sincrónica, la vida se presenta. Fuera, del paisaje invade otro paisaje. El ambiente cierra otros, varios ambientes. Interior y exterior se acoplan, atravesados por un mismo hálito. Hojas de un libro, páginas en blanco son esparcidas por el viento cálido. Lo singular, transfundido, se identifica con el colectivo. Con mayor o menos habilidad, virtuosismo y brío, aparece sobre el lienzo objetos relacionados entre sí por medio de “pintura” más tosca o más fina. La armonización del todo sobre el lienzo es el camino que lleva a la obra de arte. Esta es contemplada con ojos fríos y espíritu indiferente. Los expertos admiran la “factura” (así como se admira a un equilibrista), paladean la “pintura” (como se paladea una empanada).
Las almas hambrientas se van hambrientas
La gran masa pasea por las salas y encuentra los lienzos “bonitos” y “grandiosos”. El hombre que podría decir algo al hombre, no ha dicho nada, y el que podría oír no ha oído nada. Este estado del arte se llama “l’art pour l’art”. La destrucción de los sonidos internos, que son la vida de los colores, la dispersión de las fuerzas del Artista en el vacío, es “arte por el arte”. Gracias Maestro, por todo ese gran legado, imprescindible para el arte contemporáneo de nuestro país.
Mariví Otero
Bibliografia:
– José Luis de Dios. Pintura. Museo do Pobo Galego. Casa Da Parra. Textos de: Vera Pedrosa, José María Iglesias y Daniel Domíngez. Santiago de Compostela. Octubre-Noviembre 90. Fundación Caixa Galicia. Consellería da Cultura e Xuventu de Dirección Xeral de Cultura. Xunta de Galicia.
- Kandinsky, W. ” De lo Espiritual en el Arte”. Barcelona. Barral Editores. 1973.
Imagen Superior: Xosé Luis de Dios, imagen obtenida del catálogo “A cita segrada”, 2007.
Imagen Inferior: “No berce do río”. Carbón sobre cartulina. 50×70 cm. 2007.