La pintora aragonesa Nati Cañada (Zaragoza, 1946) residente en Madrid ha realizado los retratos de los trece obispos españoles aesinados durante la guerra civil española de 1936 -1939. Se trata de un trabajo por encargo de la Conferencia Episcopal de España, del que se siente muy satisfecha. La artista tiene en proyecto pintar el retrato del papa Benedicto XVI.
Al término de la contienda, según el estudio de Antonio Montero Moreno, historiador y periodista que fue arzobispo de Mérida-Badajoz entre 1994 y 2004, que fue su tesis doctoral por la Universidad de Salamanca, el número de religiosos asesinados en la retaguardia republicana ascendió a 6.832, de las cuales 4.184 eran sacerdotes, 2.365 frailes y 283 monjas. Otras fuentes promovidas por la Iglesia, entre ellas el estudio de Vicente Cárcel Ortí para la preparación del “catálogo de los mártires cristianos del siglo XX”, solicitado por el papa Juan Pablo II en el marco del Gran Jubileo del Año 2000 amplían la estimación con 3.000 seglares, en su mayoría pertenecientes a la Acción Católica, con lo cual estiman en torno a 10.000 el número de víctimas pertenecientes a organizaciones eclesiásticas.
Los obispos asesinados fueron:
• Florentino Asensio Barroso, obispo de Barbastro (1877-1936);
• Manuel Basulto Jiménez, obispo de Jaén (1869-1936);
• Manuel Borrás Ferré, obispo auxiliar de Tarragona (1880-1936);
• Narciso de Esténaga Echevarría, obispo de Ciudad Real (1882-1936);
• Salvio Huix Miralpeix, obispo de Lérida (1877-1936);
• Manuel Irurita Almándoz, obispo de Barcelona (1876-1936);
• Cruz Laplana y Laguna, obispo de Cuenca (1875-1936);
• Manuel Medina Olmos, obispo de Guadix (1869-1936);
• Eustaquio Nieto Martín, obispo de Sigüenza (1866-1936);
• Anselmo Polanco Fontecha, obispo de Teruel (1881-1939);
• Juan de Dios Ponce y Pozo, administrador apostólico de Orihuela (1878-1936);
• Miguel Serra Sucarrats, obispo de Segorbe (1868-1936) y
• Diego Ventaja Milán, obispo de Almería (1880-1936).
La magnitud e intensidad de la tragedia, para la cual hay un consenso general entre los especialistas e historiadores, es destacada por Antonio Montero Moreno, autor del estudio de los años sesenta, en su concentración en el tiempo: En toda la historia de la universal Iglesia no hay un solo precedente, ni siquiera en las persecuciones romanas, del sacrificio sangriento, en poco más de un semestre, de doce obispos, cuatro mil sacerdotes y más de dos mil religiosos.
Por su parte, el historiador británico e hispanista Hugh Thomas, contextualiza la persecución religiosa a los comportamientos criminales en ambos bandos y destaca su extremismo, comparable según él, a otros periodos sangrientos de la historia europea: En ninguna época de la historia de Europa, y posiblemente del mundo, se ha manifestado un odio tan apasionado contra la religión y cuanto con ella se encuentra relacionado.
Nati Cañada, retratista excepcional de grande hombres de la política, la cultura y las artes, también llevó a cabo los retratos de los frailes del monasterio de la Oliva en Estercuel, provincia de Teruel el pasado año expuso una muestra antológica en la CAI Luzán de Zaragoza.
Julia Sáez-Angulo