MISCELÁNEA. TRES MIRADAS REALISTAs

11 octubre 2023

CENTRO CULTURAL DOTACIONAL INEGRADO- DISTRITO DE  ARGANZUELA

C. CANARIAS, 17. MADRID

José Herrera, Coordinador Distrito Arganzuela

Manoli Ruiz Comisaria y Marcelo, Manuel y Cristian

Acto inauguración

Benito de Diego González

Estamos ante una interesante exposición de pintura y dibujo realistas, que muestra como el realismo, no solamente no ha muerto, sino que presenta luminosos resplandores, en exposiciones esclarecedoras como ésta, de la que aquí dejamos constancia, como un acierto más de su comisaria Manuela Ruiz Berrio.

Tras la ”muerte del arte”, en cada artista postmoderno renace, como ave fénix, el arte desde sus propias cenizas, en alumbramientos que encauzan las experiencias precedentes,  para después represarlas y, con energía renovada,  dejarlas salir amalgamadas por las compuertas de su creatividad, siempre acosados por la sospecha del plagio, más allá de la influencia estilística.

Pero, como está dicho: “La vida de un verdadero artista es una vida de hallazgos. La necesidad de sorprenderse encontrando; la actitud de forjarse un pensamiento visual y la conciencia de descubrir, forman parte de su existencia”. Por lo que el artista postmoderno en su anábasis pictórica se encuentra en una encrucijada y sometido a un sinfín de dudas que le condicionan, viéndose obligado a emplear todas sus capacidades de resiliencia, solercia y convicción para salir airoso del empeño.

Ejemplos paradigmáticos de lo dicho son estos tres artistas que componen con sus obras una pequeña muestra de sus posibilidades creativas y de la diversidad interpretativa del realismo, como estilo artístico.

Manuel Martíin-Fontecha

Así, el castellano manchego, -pero madrileño por adopción-, Manuel Marín-Fontecha Corrales, quien, tras más de cuarenta y cinco años pintando de forma autodidacta, ha conformado un estilo propio y vigoroso, con el que dota a sus obras de un dinamismo similar al de Jackson Pollock y su “pintura de acción”, con el que alumbró nuevas sendas al expresionismo.

Con notable talento creativo, que le permite abordar una temática variada, rica en imágenes, que el artista soluciona con figuraciones, ora naturalistas, ora surrealistas, en sus pinturas pone fuerza, gesto y drama y un conocimiento y empleo del color sobresalientes.

Sus obras inducen a la reflexión de la que subviene el goce estético, pues pone movimiento en la mirada del observador, que se siente atrapado por la fuerza cinética, que de sus obras dimana. No en vano para él “pintar es soñar” y soñar es adentrarse en el mundo de lo inconmensurable, de lo inexplicable, en fin, de lo mistérico.

La fuerza expresiva de los escorzos, el manejo de claroscuros y del sfumato y la precisión en el

Cristian Avilés Villarroel

dibujo, que caracterizan a sus cuadros interpretativos del cuerpo humano, pueden presentarse como signos diacríticos del artista chileno, -avecindado en Madrid-, Cristian Avilés Villarroel, que según él mismo señala “trabaja diferentes géneros y temáticas, donde se ha centrado principalmente en la figura humana y en el estudio del agua”. Pero siempre, añadimos, dentro del realismo más depurado.

No en vano, ni casual fue su paso por la “Escuela de Chinchón”, – tras licenciarse en Bellas Artes-, academia en donde se incorporó a la nueva generación de artistas realistas hispanos, que de la mano de Guillermo Muñoz Vera y su Fundación Arauco tan buenas cosechas de artistas egresara.

Si el afán confesado de Cristian Avilés estriba en expresar y trasmitir emociones, con una interpretación de la realidad objetual, a fe que lo consigue, pues sus desnudos impactan, no solo por su verosimilitud, sino también por el hálito de vida que el artista sabe imprimir a sus figuras humanas.

El también chileno y residente en España, Marcelo Bravo Becerra, también templó su solercia artística, tras pasar por la Universidad de Chile, en la forja de arte y artistas, que el maestro Guillermo Muñoz Vera fundara, dando lugar a la Escuela de Chinchón y, con ella, a una nueva generación de pintores realistas. Allí consolidó Marcelo su definitiva vocación y dedicación al realismo.

Marcelo Bravo Becerra

Maestro del trampantojo y con un dominio del dibujo notable, hace confundir, lo que es una interpretación de la realidad, con la visión directa de ella. Y maestro también en el manejo de la luz y del color, (y viceversa), nos regala escenas urbanas, de una belleza, que solo puede conseguirse, cuando, con espíritu especulativo y metódico y con sensibilidad hacia la armonía de los colores, se va a la búsqueda del placer que lo bello provoca.

Maestro también del dibujo, como atestigua su galería de retratos, tanto los realizados con vino, como único pigmento, como los  delicados retratos, realizados al óleo con minuciosa pulcritud, elegancia y poesía, entre los que es encuentra el retrato de José, que hay que destacar, como epítome del saber, virtuosismo y poder creador y lírico del artista.

BENITO DE DIEGO GONZÁLEZ, Miembro de las Asociaciones Internacional,  Española y Madrileña de Críticos de Arte. www.domusdidaci.blogspot.com  (10/10/2023)

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies