Como comisaria y organizadora de la exposición, tengo la satisfacción de presentar a una persona excelente, sensible, culta, para la cual, la escala de valores, es cómo interpretar una Rapsodia en cualquiera de las notas y colores que quieras tocar en un concierto que represente a la vida; ésta es la María humana. La pintora no menos espléndida, ha supuesto para mí, un hallazgo, un descubrimiento, ya que no sabía de sus múltiples facetas artísticas.
Desgranando y clasificando la obra cuando hice las fotografías, me impactaron varias cosas, la limpieza de los colores, la composición, las formas, doy fe de un trabajo minucioso, limpio, cuidado, intuitivo; un mundo lleno de color.
Dice Gloria Camarero, profesora de la Universidad Carlos III de Madrid en su texto de presentación del catálogo de la muestra: “El tratamiento de la materia es cuestión primordial para María Sánchez. Su pintura se ha hecho cada vez más matérica y se ha llenado de acrílicas pinceladas arañadas, tratadas con habilidad, mediante la espátula. En determinados momentos, lleva al lienzo elementos geométricos, entroncados con las aportaciones de la vanguardia rusa en general y de los constructivistas soviéticos en particular, que remiten a motivos urbanos, frecuentemente con apariencia de cristales, sabiamente dispuestos en el espacio pictórico. Los rectángulos y cuadrados se van ensamblando y superponiendo hasta lograr la apariencia de la tercera dimensión. A veces, los vemos proyectarse en blanco y negro, en un claro homenaje al “film noir” que no es nada casual, sino muy intencionado, porque su autora ama profundamente dicho movimiento cinematográfico. No puede haber mejor tributo al cine negro, a sus espacios y escenarios, que estos cuadros de básicas geometrías y poéticas del «no color».
María pinta lo que ve en sus viajes, armonizando con ricas tonalidades cada uno de sus mares. Me gusta especialmente “El Cantábrico”, puede ser por la nostalgia a mi “tierrina”, pero sobre todo admiro la forma de transmitir al lienzo los colores que su iris capta.
La exposición consta de 4 series, diferentes pero armónicas entre sí: Mares, Música, Constructivismo y Cine negro.
En la última etapa ha dedicado su tiempo a esas estructuras densas, con fuerza, pero que compone sobre un fondo plano. Tienen una fuerza increíble, sin embargo la impresión que ofrece al espectador es la de silencio parlante.
Rhapsody in blue, es un conjunto de notas musicales, un canto al color, a la alegría, a ese dinamismo que desprende desde su interior y del que nos hace partícipes a los demás .
Estará abierta hasta el 25 de mayo, Centro Cultural Nicolás Salmerón, calle Mantuano, 51.
MANOLI RUIZ
Asociación Española y Madrileña de Críticos de Arte
Imágenes: 1. Ecos Urbanos, Rojo/negro 73×92, acrílico/lienzo. 2. Rhapsody in blue 81×64, Acrílico/lienzo