LORNA BENAVIDES, MÁS QUE “PRISMAS”

19 octubre 2023

El 17 de octubre, se inauguraba en la <Sala Lorenzo Vaquero> de Getafe la exposición “Prismas” de Lorna Benavides. Esta muestra obedece a la obtención del Premio Ayuntamiento de Getafe, que el Salón de Otoño de la Asociación Española de Pintores y Escultores en colaboración con el consistorio de Getafe, le otorgó en su edición 89, 2022, por su pieza “Rusalka”, que forma parte de esta propuesta.

En el acto inaugural intervinieron Luis José Domínguez, concejal de cultura del Ayuntamiento de Getafe; José Gabriel Astudillo, presidente de AEPE y la escultora, que, después de agradecer el Premio del Salón de Otoño y la oportunidad de mostrar sus obras, explicó el sentido de las piezas mostradas y el porqué del título. Asistieron representantes de la Embajada de Costa Rica, así como artistas, críticos y seguidores. Acompaña un catálogo con una sentida introducción de Juan Antonio Moreno.

Según Lorna Benavides: Durante los meses en que la pandemia nos hizo parar de repente, fui testigo como todos del efecto asombroso que este fenómeno produjo en el mundo. Su carácter global le hizo aún más sobrecogedor: ver las calles vacías, los espacios antes llenos de gente de repente desiertos, la vida detenida, me sugirió esta serie que llamé “Prismas”..de ciudades vacías, silenciadas y finalmente transfiguradas. Tantos prismas como personas, tantos como sociedades en un mundo estrechamente interconectado”.

Los materiales utilizados para desarrollar su lenguaje son piedra, metal, gres y técnicas mixtas sobre cartón. Escultura y pintura. Mi gran sorpresa ha sido, no encontrar excelentes esculturas figurativas, sus experimentaciones con el cuerpo y el desnudo, a lo que nos tiene habituados; sino esas pinturas impactantes, determinantes, que reflejan la soledad de los espacios y los del hombre, cuando llegan tiempos duros, los momentos graves.

“Prismas” es una indagación en la soledad, ¿en el miedo que podemos sentir?, cuando estamos ante algo de magnitud descomunal, terrorífico y enigmático, ante lo que cuesta reaccionar. Lorna se ha metido en el alma de cada uno de nosotros y ha pintado y esculpido lo que sentimos: desconcierto, desasosiego, pavor, ante lo inesperado, lo desconocido. No he visto propuestas como esta, tan limpia, tan poética, tan dura, tan lograda, tan elegante, sobre los males que padecimos los humanos todos poco ha.

Son prismas, si, pero con un sentido dominador del espacio, con una estética precisa, con un color ajustado y combinado con tino, con unas formas geométricas, humanamente geométricas, que nos producen empatía con las obras y que dejan memoria, incisiva y excelente, de lo ocurrido. Son, a un tiempo, pinturas y esculturas con un aire metafísico, porque explican la fisicidad, pero van mucho más allá, nos dan el paisaje y las formas que la imaginación construye al pensamiento.

Pero, hay más que “Prismas”, porque cabe esta serie que da nombre al proyecto, están las obras que jalonan su carrera- torsos, cabezas, desnudos, la estilización de la materia-, la figuración moderna, la asimilación de formas con planos. Y esa solercia en la talla directa de la piedra, que tan pocos artistas consiguen con autoridad y pulcritud.

Exposición reducida, pero mayor, con diversidad de materiales, pintura y escultura, figuración y abstracción. Es una tarjeta de visita donde la escultora deja constancia de lo que es capaz de hacer, cuáles son los dominios donde enseñorea la materia y la hace organar en cantos que oímos como una música del tiempo, que sólo el hombre es capaz de producir y apreciar. Ante esta sentida entrega, huelga hablar de su amplio currículo y de exposiciones.

El arte es una cortesía del ser, sin el ser humano no hay arte, las máquinas lo pueden imitar. ¡A ver cómo reacciona una máquina, con toda la inteligencia que quieran, ante una catástrofe como la pandemia! ¡Vean esta mirada y saldrán fortalecidos! Cuando se produce un incendio nadie sabe cómo acaba, pero eso a un pirómanos, no sólo le divierte, sino que lo necesita. Ahora hay mucho furtivo festejando la novedad y anunciando las bondades de lo que desconocen, obviando nuestra entidad humana.

Los premios valen, tienen utilidad; los concursos sirven para generar acontecimientos como este u otros similares. El arte es necesario para el hombre, le abre ventanas al pensamiento, al sueño. Todos esto lo pueden comprobar ante esta manifestación feraz y oportuna, honda y con hurmiento de esta escultora costarricense y española, que vive en L’Eliana y que nos entrega esta ambueza de lucidez y arduo trabajo, de dimensión para enriquecernos. (Sala Lorenzo Vaquero, C/ Ramón y Cajal, 22.- Getafe; hasta el 15 de noviembre).

                                                                                                                  Tomás Paredes

Presidente H. de AMCA

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