“El último Rafael”, exposición de pinturas en el Museo del Prado

18 junio 2012
Rafael-

El Museo del Prado presenta la exposición “El último Rafael”, una de las exposiciones más importantes   dedicadas al artista y su taller, y la primera centrada en sus años finales,  etapa de su producción que le convirtió en el pintor más influyente del  arte occidental. Coorganizada con el Musée du Louvre –que acogerá la  exposición entre octubre y enero de 2013- y patrocinada por la Fundación AXA , la muestra se inauguró el lunes, 11 de junio por  SM la Reina acompañada por el presidente de la Cámara de diputados italiana, Gianfranco Fini, el presidente del Congreso español, Jesús Posada, y el ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert.

Con setenta y cuatro obras en total, de las cuales la mayoría no se han  expuesto nunca antes en España, la exposición traza un recorrido  cronológico por la actividad del maestro, desde el inicio del pontificado   de León X (1513) hasta su muerte en 1520, y de la de sus principales  discípulos, Giulio Romano y Gianfrancesco Penni, hasta finales de 1524.

 “El último Rafael” es, hasta ahora, la primera gran exposición monográfica de Rafael (Raffaello Sanzio, 1483-1520) que combina pinturas y dibujos centrándose en los últimos siete años de su corta vida – murió en Roma el día que cumplía treinta y  siete años-, el periodo de su carrera que alcanzaría mayor  impacto  en el arte europeo posterior. Sin embargo, sus últimas pinturas no han sido bien comprendidas, en parte porque presentan problemas de  cronología, en parte porque su diversidad desconcierta, y en parte también porque no trabajaba solo. Esta importante muestra ha sido posible gracias al patrocinio de la primera entidad que se incorporó comoBenefactor del Museo, la Fundación AXA, que precisamente esta semana havuelto a renovar su compromiso con la institución por otros cuatro años más.
 
Las tres últimas exposiciones sobre  Rafael, celebradas en Londres, Roma y Urbino, se centraron en su juventud  y el único intento que se ha hecho de repasar su última época ha sido a través de la exposición celebrada en Mantua y Viena en 1999, pero se  trataba de una muestra fundamentalmente de dibujos.
 
Delimitar mejor las fronteras entre las obras ejecutadas por Rafael y las realizadas con la participación de sus  principales ayudantes, Giulio Romano (h. 1499 – 1546) y Gianfrancesco   Penni (h. 1496 – 1528) es a lo que aspira esta exposición que  arranca en 1513, cuando Rafael ya llevaba trabajando en Roma cinco años  decorando las monumentales estancias vaticanas en paralelo a otros importantes artistas italianos, como Miguel Ángel (su principal rival que trabajaba entonces en la Capilla Sixtina) y Sebastiano del Piombo,  primero bajo el pontificado del Papa Julio II y después del Papa León X.
 
Con el cambio del pontificado, Rafael   asume un nivel mayor de encargos tanto del Papa como de sus benefactores,   y empieza entonces a rodearse de ayudantes. Su taller fue, posiblemente,  el mayor de los formados hasta entonces bajo el magisterio de un único  gran maestro de la pintura,  llegando a contar con cincuenta pupilos y ayudantes.
 
La exposición enfrenta al espectador con   el resultado de la eficiencia de ese taller, liderado por la gran  versatilidad de Rafael, quién, además de pintor de pinturas de  caballete –el objeto de la muestra-, fue pintor de frescos -en   las estancias vaticanas o Villa Farnesina-, diseñador de cartones para  tapices –para la Capilla Sixtina-, y arquitecto -continuó la construcción   de San Pedro a la muerte de Bramante.
 
Gracias a la colaboración entre el Museo del Prado y el Musée du Louvre, propietarios de la mayor parte de las    obras de este último período de la producción de Rafael, la exposición ha  podido contar con un conjunto histórico de cuarenta y cuatro  pinturas, veintiocho dibujos, una pieza  arqueológica y un tapiz, procedentes de cerca de cuarenta instituciones distintas. A través del mismo, el público podrá  disfrutar de un recorrido en el que se presenta de forma cronológica y en  seis ámbitos temáticos el desarrollo pictórico y estético de Rafael al  tiempo que se compara su evolución artística final con una selección de  obras de sus dos seguidores Romano y Penni, tanto de las realizadas en vida del artista de Urbino como de las inmediatamente posteriores a su  muerte.  Esta inédita comparación permitirá identificar la  participación de maestro y alumnos en las obras, así como dilucidar la contribución intelectual y estética de éstos a la obra de Rafael.
 

Julia Sáez-Angulo

 

 

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