El erotismo y la materia: Linda de Sousa

8 marzo 2015

 

Begoña Fdez Cabaleiro

 

Exposición MU.SA Sintra (10 de enero-11 marzo 2015).

 

El 10 de enero de 2015 se inauguraba en el MU.SA de Sintra (Portugal) la exposición de la artista plástica Linda de Sousa dentro de su proyecto “A erótica da materia”.

 

En el conjunto del proyecto, la instalación /exposición muestra unas aparentemente sencillas líneas, obras plásticas que son líneas de expresión.

 

En tinta sobre acetato, dibujos de mujeres en diferentes poses, con posturas insinuantemente frívolas propias del imaginario habitual de este tema. Una de las variantes al afrontar el tema del erotismo y la mujer prostituida, es el medio de expresión que, en este caso, técnicamente, rompe con moldes como por ejemplo el cartel litografía a lo Toulouse-Lautrec o el óleo que tradicionalmente ha tocado el tema con mayor o menor disimulo. La técnica utilizada va ahora incluso más allá del video ya recurrente en las últimas décadas. Las tintas y su tonalidad negra y roja se cargan de una simbología de luz y local muy propia del tema.

 

En una de las obras, quizás de las más destacadas del conjunto, la combinación de elementos tan dispares como lata/corsé y encaje ofrecen el mensaje a través de materiales diferentes, casi antagónicos, que dialogan entre la dureza y frialdad del metal que reestructura el cuerpo, en contraste con la erótica y sensualidad del encaje de la ropa íntima que lo cubre y erotiza.

 

Aunque un tema como la prostitución parece llevar directamente a la idea erotismo, en este trabajo, los materiales que se utilizan plantean el mismo título del proyecto, la erótica de la materia, y nos llevan a reflexionar sobre el erotismo que ofrecen o esconden los materiales en sí. Metal-encaje. Frío-calor sensual, en un diálogo que aparentemente es imposible. El enlace entre ambos lo completan las férreas llaves que unen el cuerpo encorsetado en “hierro” al liguero, expresión de la frívola atracción. Llaves que no son más que otro símbolo de cierre, llaves ancestrales que deben abrir un cuerpo a fuerza de erotismo. Llaves férreas, fuertes, antiguas que unen ambos aspectos en una obra cargada de simbología sobre la cerrazón y encarcelamiento vital implícito en esta forma de vida y la ligereza con que se mira y califica a las personas que están tras ella.

 

Casi en oposición a lo frío y duro del metal en esta obra, otro elemento material presente en instalación es la transparencia. Lo transparente sensual, insinuante, es algo intrínseco a la vida erótica. En esta obra se manifiesta también en la materia transparente de figuras femeninas que cuelgan del techo y se mezclan, impersonales, indefinidas. En palabras de la artista,

“Con ello pretendo llamar la atención sobre la dura realidad de la mujer que se dedica al considerado “oficio más viejo del mundo”, una vez más, la sociedad transparenta lo que no quiere ver, aunque se le considera profesión”.

 

La erótica de lo transparente es también el mensaje de lo impersonal. No hay persona tras el oficio. Hay seres indefinidos, transparentes, no identificados. Figuras de plástico, distintas pero, en realidad, todas iguales porque nada las personaliza. Nos movemos entre ellas sin que sean nadie. Así nos movimos los asistentes a la exposición entre las figuras de plástico transparente, con la misma indiferencia con que cada transeúnte se mueve al pasar a su lado por las calles.

 

Begoña Fdez Cabaleiro

Universidad Complutense de Madrid

Departamento de Teoría del Conocimiento,

Estética e Historia del Pensamiento

AICA Spain

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