Aunque mi trabajo profesional está en la dirección de una empresa de electrónica, siempre he vivido junto al arte. El hecho de estar casado con una pintora, Adriana Zapisek, me llevó a estar cerca del arte, a entrar en su estudio y ver su trabajo artístico, a conocer el proceso de creatividad que lleva un artista hasta lograr una obra de arte, a tratar con otros colegas suyos, también pintores o escultores, a escuchar sus conversaciones sobre el arte, acudir a galerías de arte, contemplar exposiciones, visitar muchos museos y hacer fotografías de diversas obras que llamaban mi atención… Y acabamos viviendo al lado del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, MALBA, una institución brillante dentro de la capital argentina.
Con todos estos referentes, casi parece lógica, la conversación que un día sostuvimos mi esposa Adriana y yo, sobre la posibilidad de crear un certamen internacional que reconociera y ayudara a los artistas, siempre necesitados de difusión de su obra y de ayuda económica. Lo centramos finalmente en el campo de la pintura abstracta, siempre más difícil de comprensión del público y también por el hecho de que mi esposa cultivara ese campo, aunque ella siempre estaría excluida por razones obvias.
Hablamos seguidamente del proyecto con la crítica de arte Julia Sáez-Angulo, para seguir contrastando la tormenta de ideas y así se gestó finalmente el Certamen Internacional de Pintura Abstracta Mario Saslovsky, que hoy va por su quinta edición y cuyas bases acaban de publicarse.
Quisimos que la convocatoria fuera fácil para los artistas y restarles el incómodo del embalaje y transporte de las piezas, por ello decidimos que el Certamen fuera on line en su envío, y exigimos ciertas garantías de documentación, como son el hecho de añadir al menos diez obras realizadas en los dos últimos años y el conocimiento de su trayectoria por medio de un curriculum argumentado. Fallar o mentir en este sentido descalificaría la presencia en el Certamen.
Todo proyecto y objetivo requiere un esfuerzo de difusión, sobre todo, en sus comienzos, pero paulatinamente el Certamen se ha ido afianzando y, hoy, son muchos los artistas que nos preguntan, con antelación, cuando se van a publicar las bases, para prepararse y atenerse a ellas cuanto antes. La respuesta al Certamen, por tanto, ha sido magnífica y estamos satisfechos de ella.
En la primera convocatoria fueron casi doscientos los artistas participantes, mientras que, en la cuarta, se han rebasado ya los 300. Casi un millar de pintores abstractos han participado en el Certamen, durante cuatro años, y estamos seguros de que este quinto aniversario va a ser más abundante en presencias.
Los pintores que acuden al Certamen vienen de todas las direcciones, si bien se cuenta con mayor número de españoles y argentinos, seguramente porque la difusión de las bases es mayor en España y Argentina, dada nuestra procedencia y residencia. Pero hemos contado también con notorias presencias italianas, polacas, francesas, israelíes, norteamericanas… y nos alegra especialmente la concurrencia de artistas hispanos. Los venezolanos y cubanos han sido, hasta hoy, los más numerosos. Muchos, de todos ellos, han quedado finalistas.
Tanto Adriana como yo hemos sido cuidadosos a la hora de elegir los miembros del jurado, para que fueran ellos y no nosotros, los que decidieran el Premio, los dos accésits y los siete finalistas restantes. Queremos que todos sus nombres tengan resonancia en el Certamen y el catálogo del mismo. Solo me he reservado la presidencia del jurado, con voz, pero sin voto, para coordinar las decisiones y posibles debates; hasta ahora, esa presidencia la ha ejercido, por delegación, mi esposa, la pintora Adriana Zapisek.
Hasta hoy estamos muy satisfechos de la marcha y decisiones del Certamen, porque observamos la plena independencia y ecuanimidad de los jurados. Adriana y yo, sólo nos reservamos la nominación del Premio de Honor del Certamen, para una persona o institución que nos parezca merecedora de una distinción en el campo de la pintura abstracta.
El acto de entrega se hace de modo público y, en los últimos dos años, se ha llevado a cabo en la Casa de Vacas del Parque de El Retiro de Madrid y hemos contado con la presencia de su directora Lola Chamero.
Los ganadores hasta hoy de este concurso remunerado han sido: Marina Gadea, Clarisa Classiau, Fernando Verdugo y Loli Aldazábal. Y los Premios de Honor, a Mayte Spínola, Julia Sáez-Angulo y Lola Chamero. Los accésits y finalistas, numerosos, todos ellos reciben diplomas.
Del futuro del Certamen, Dios dirá, pero estamos contentos con su marcha y desarrollo. La próxima entrega de galardones del Certamen tendrá lugar el próximo 18 de octubre de 2023, a las 19 horas, en el auditorio de la Casa de Vacas en Madrid. Hasta el 31 de mayo esperamos la participación de los concursantes, mientras Adriana Zapisek y yo vamos pensando en varios nombres para elegir uno como el Premio de Honor.
Mario Saslovsky
Patrocinador del Certamen Internacional
De Pintura Abstracta Mario Saslovsky